lunes, 8 de abril de 2013

POEMA




                            Virgen de los dolores,

Virgen de los dolores,
Madre querida,
qué lloras tan amante,
tan dolor   Ese llanto que vierte                        
      por el Señor,
es Jordán del pecado,
fuente de amor.
Las perlas de los mares
no valen tanto,
como las que tus ojos
vierten en llanto.
y todos los que saben
que viertes perlas,
vienen aquí amorosos
a recogerlas.
Tus hijos, que están tristes,
buscan tu abrigo,
sus fieles corazones
lloran contigo.
y llorarán sus penas
hasta cegar;
mientras les queden ojos
para llorar.
Míranos, Madre santa,
puestos de hinojos;
mira los manantiales
de nuestros ojos.
y mientras llanto enjuga
tu rostro empañe,
habrá llanto en tus hijos
que te acompañe.     M.L.

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