Mientras tanto, el ejército austracista marchó
sobre Villena, que
tomó el día 17, pero el castillo, con una guarnición de 150 hombres, se
resistió y hubo de ser sometido a asedio formal. El tren de asedio había sido
dejado en Valencia a la espera de juntarse al ejército en su
marcha prevista hacia Aragón, por lo que se formó una batería de asedio con 6
cañones de campaña, pero fueron incapaces de abrir brecha en las murallas
medievales del castillo. Tras 7 días de infructuoso asedio, el 24 de abril los
austracistas levantaron el campo. La semana perdida había sido vital para
permitir al ejército borbónico recuperarse y organizarse.
Berwick mientras tanto
había movido su campamento hacia Almansa, donde tenía un importante depósito de
provisiones, calculados en 12.0000 quintal de trigo, y además la llanura
permitía pastar a la caballería. El 22 de abril ordenó que un destacamento de
2.000 infantes y 500 jinetes marchara a Ayora para reconquistarla, pues había sido capturada por una partida de
miqueletes austracistas. Galway recibió información de este hecho, pero sus
informadores exageraron el tamaño del destacamento hasta 8.000 hombres, y
además le confirmaron que los refuerzos que se esperaban de Francia en el campo
borbónico aún no habían llegado. Todo esto decidió al general inglés a avanzar
sobre el enemigo a marchas forzadas esperando encontrarlo en inferioridad
numérica y bien obligarlo a combatir o a abandonar el gran depósito de Almansa
En la actual Comunidad Valenciana todavía
pervive el dicho: (Cuando el mal viene de Almansa, a todos alcanza), (De poniente, ni viento ni
gente), recordando esta derrota.
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