jueves, 31 de enero de 2019

Haciendo jabón casero 31/1/2019

Explico un poco cómo hago el jabón, y al final pongo los tres ingredientes que lleva el jabón.

imágenes de Ayora









domingo, 20 de enero de 2019

San Antonio Abad, el patrono de los animales?Ayora 20/1/2019

¿Quién fue San Antonio Abad, el patrono de los animales? Antonio Abad o Antón Abad nació en Heracleópolis Magna en Egipto, África, en el año 251 d. C. y murió en el 356 d. 






























































































































El nombre de Antonio puede significar: "Fluoresciente" (de "Antos", flor) o "Invencible" (de "Anteos", el que se enfrenta victorioso a los enemigos). La vida de este santo la escribió San Atanasio, su gran amigo. Se le llama "Abad" que significaba "padre", porque él fue el padre o fundador de los monasterios de monjes.

De pequeño no le enseñaron a leer ni escribir, pero sí lo supieron educar cristianamente. A los veinte años quedó huérfano de padre y madre, y al entrar a una iglesia oyó leer aquellas palabras de Jesús: "Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes, y dalo a los pobres". Se fue entonces y vendió las 300 fanegas de buenas tierras que sus padres le habían dejado en herencia, y repartió el dinero a los necesitados. Lo mismo hizo con sus casas y mobiliario. Sólo dejó una pequeña cantidad para vivir él y su hermana.

Pero luego oyó leer en un templo aquella frase de Cristo: "No os preocupéis por el día de mañana", y vendió el resto de los bienes que le quedaban, y asegurando en un convento de monjas la educación y el futuro de su hermana, repartió todo lo demás entre la gente más pobre, y él se quedó en absoluta pobreza, confiado sólo en Dios. Se retiró a las afueras de la ciudad a vivir en soledad y oración. Vivía cerca de algunos monjes que habitaban por allí, y de ellos fue aprendiendo a orar y a meditar. Le enseñaron a leer y su memoria era tal que lo que leía lo aprendía de memoria. Esto le va a servir mucho para el futuro, cuando no tendrá libros para leer, pero sí recordará maravillosamente lo leído anteriormente.

Recordando la frase de San Pablo: "El que no trabaja que no coma" aprendió a tejer canastos, y con el trabajo de sus manos conseguía su sustento y aún le quedaba para ayudar a los pobres.